El sábado 19 de marzo nos reunimos a conversar acerca del cuento “Bestiario” de Julio Cortázar.
Este enorme escritor en algunas entrevistas afirma que no hay ningún procedimiento para escribir, es una especie de fatalidad a la que el yo obedece, “los cuentos se descuelgan como monos del techo”.
Bestiario es el cuento homólogo a su primer libro de cuentos publicado en 1951.
Una niña Isabel, tenida por boba y débil, va a pasar el verano a casa de Los Funes en Los Horneros. Así acompaña a Nino, el pequeño de ese lugar. En dicha casa de campo, hay un tigre (elemento fantástico), solo hay que saber en que habitación está para no ir allí.
El cuento presenta dos escrituras, frases de la carta que escribe Isabel a su madre y el relato del narrador en tercera persona.
Hemos conversado acerca de como Julio demanda al lector ser activo, quiere que no solo interprete sino que también invente el cuento al leerlo. No están explícitas por ejemplo algunas de las relaciones de parentesco pero cada lector/a las supone. Nos detuvimos en debatir acerca de la presencia del tigre ¿el animal es el peligro? ó ¿el peligro es la razón humana?, única especie que ejerce actos de exterminio y rebajamiento de la vida.
La mirada de Isabel no naturaliza la violencia, se sumerge en los detalles que delatan los abusos y actúa poniendo un límite que la marcará de por vida.
Cuento escrito hace un setenta y un años, pero tan vigente que requiere ser nuevamente leído con otras coordenadas.
El día 9 de abril seguiremos conversando sobre otro cuento de Julio Cortázar.
Gracias a «El andén – espacio de arte y psicoanálisis» y a todes los que acompañan
Majo
