Hoy leo el poema «Ella» de Oliverio Girondo, un poema para alimentar el oído de sonidos y modulaciones.
El encuentro con «Ella» (ella- la mujer; ella – la pasión; ella – la otredad) disuelve la palabra, nos deja en el borde la música sin partitura, nos devuelve las letras por fuera de los códigos semánticos. Nos lleva a escribir desde el silencio del sentido la impronta de lo vivido.
Girondo juega a decir lo innombrable, desarmando el nombre de las cosas
A degustar el poema
A tocarlo.
Majo