«Te leo, te cuento cumplió 5 años en El Andén»

Hoy nos reunimos a celebrar que justo un 18 de mayo de hace cinco años hicimos el primer encuentro de “Te leo, te cuento en el Andén” con el desafío de leer y conversar acerca  del texto “El aleph” de Jorge Luis Borges.  Esteban había diseñado el flyer y a nosotras nos quedaba preparar la reunión y esperar a que alguna persona se sintiese convocada. No vamos a preguntarles a los que estuvieron si se acuerdan del cuento. Mal resumido, dicho cuento trata de dos hombres Borges y Carlos Argentino Daneri enamorados de la misma mujer,  Beatriz Viterbo,  que ni bien comienza el relato sabemos que ha muerto.  Rivales en  el dominio de la escritura, ambos a lo largo de la historia quedaron marcados   por un objeto que todo lo muestra: el aleph.

A ese encuentro se acercaron Olga Merino y Charly Pavese. Los primeros comentarios fueron temerosos pero después la magia de El Aleph se apoderó de nosotros y de algún modo supimos que bajo ese hechizo íbamos a volver a encontrarnos.

Ambas salimos de esa reunión con una alegría spinoziana, así nos gusta nombrar a ese sentir que a partir de un encuentro nos amplia un tanto el mundo. Tuvimos la certeza de que los libros y las lecturas eran nuestro Aleph, esos microcosmos, esos puentes a otras épocas, pensamientos y experiencias.

Ambas también coincidimos en que quizá, en una época donde impera  el lenguaje de guerra y de aplastamiento de las diferencias, hacer del leer  un encuentro colectivo podría darnos una oportunidad de trazar una pequeña huella en otra dirección: la de hablar, preguntar y escuchar.

Todo el primer año nos acompañamos con cuentos de Borges porque creíamos y creemos  que compartiendo,  no hay textos difíciles sino escrituras que nos descolocan, “nos vuelan la cabeza” y nos despiertan.

Antes del inicio  del segundo año, comenzó la pandemia.  Hoy pensamos que esa conciencia de finitud sin velo nos aumentó el deseo de encontrarnos, de estar presentes con lo que teníamos. Nos reímos cuando nos acordamos que la primera reunión en cuarentena fue compartiendo audios en el grupo de whatsapp de Te leo, te cuento en El Anden.

Luego todes nos hicimos expertos en zoom y volvimos a vernos. Con la virtualidad ya no eran solo los cuatro fantásticos de Tortuguitas “Olga, Charly, Coty y Patricia” sino que personas de otros barrios se acercaron y esa distancia geográfica hizo que finalizado el aislamiento decidiéramos continuar online. Y llegar así a este día.

Ayer nos contamos nuestros primeros recuerdos de lectura.  Volvió a nuestra memoria “María” esa novela ícono del romanticismo latinoamericano escrita por el colombiano Jorge Isaacs.  En nuestra pubertad  incontables veces repetimos  esa frase “María María cuánto te amé, cuánto te amara” y nuestros cuerpos de niñas sintieron el sutil erotismo de la palabra.

Otra lectura indeleble  “La escuela de las hadas” del gran escritor argentino Conrado Nalé Roxlo. Un colegio peculiar  que bajo el estilo del mago Merlín proponía que  dudar y desobedecer eran condiciones para el pensar.

Quizá en estas primeros encuentros con los libros, está la huella que hizo posible un sin fin de pasos que nos llevaron hasta acá, sintiendo que aunque las épocas sean oscuras y a veces tengamos los corazones arrugados, están los cuentos y esa pulsión lenguajera que nos impulsa a vivir para contarla.

Más que agradecidas a cada unx y a la amistad.

Majo y Elisa

María José Bozzone