Hoy Diana Babejuda -psicoanallista y poeta, también amiga de «Te leo, te cuento» desde el inicio- lee una selección de sus poemas.
Una voz se escribe en la segunda persona del singular y así se dirige a lo otro, a lo rechazado, a lo silenciado, a lo sepultado de la herencia. A la vez, esa otredad que se presenta dirigida a un vos, nos señala que allí se borda lo más humano. Diana dice: «aves de rapiña esperan tus fluidos», «entre dos lenguas inspira lo vivo», «no hay referencia para clavar lo que no es patria», «es la lengua fundida que aloja un brillo» y ahí encontramos nuestro núcleo más íntimo.
Cómo agradecerte Diana el gesto de andar por este blog y tus poemas, no lo sé.
No dejen de escucharla
Majo